laicismo y libertad
lunes, 21 de diciembre de 2015
sábado, 19 de diciembre de 2015
QUERUBINES Y ANGELES DE LA GUARDIA
Querubines y ángeles de la guarda
El ministro del Interior tiene la suerte de
tener un Pepito Grillo personal que se llama Marcelo
18/12/2015
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Pero lo cierto es que no tenía muy claro que me protegiera de nada, por más que se lo pedía. Porque la realidad es que los ángeles no existen; o sí, pero son otros. Pero hay quien tiene mucha más suerte que yo. El ministro del Interior, sin ir más lejos. Tiene la suerte de tener un Pepito Grillo personal. Se llama Marcelo. Y habla con él. Y hasta le ayuda a encontrar aparcamiento. ¡Jo! ¡¡es un gran suertudo!! Pero claro, es que es un ministro, y es un ferviente creyente en los dogmas religiosos. Claro, así se puede. Yo, en cambio, la verdad, desde que empecé a tener uso de razón nunca tuve nada claro sobre ese respecto, y, lo confieso, casi todas esas cosas teológicas que me contaban me olían mucho a chamusquina.
¡¡Y mira que reflexionaba!! Me pasé días pensando en Adán y Eva, por ejemplo. No acababa de encajar en mi mente infantil aquello de que tuvieron dos hijos y que todos descendíamos de ellos. Si eso era así, Eva había tenido hijos también con alguno de sus hijos. No había otra opción. Es de Perogrullo. Hasta que un día, armada de valor, aunque yo era una niña muy tímida, le pregunté al respecto al cura en una de sus charlas escolares. Y casi se puso morado. Lo recuerdo muy bien. Y recuerdo su respuesta, era la respuesta de siempre ante cualquier duda; casi inentendible y entre balbuceos, dijo: “No hay que pensar. Hay que tener fe. Y tener fe es creer lo que dice la santa madre iglesia. Sin rechistar”. En fin, me quedó muy claro todo, especialmente que aquello de la fe me parecía un camelo monumental y que no iba conmigo. Y no iba conmigo, ahora lo entiendo, porque, como dijo el maravilloso científico Carl Sagan, yo quería saber, no quería creer. Y ambos conceptos son incompatibles, exactamente porque son contrapuestos.
Estoy segura de que el señor ministro del Interior es un hombre intelectualmente inteligente. Mucha gente se pregunta cómo es posible que personas lúcidas a nivel intelectual puedan llegar a discernir con el más absurdo de los infantilismos en otros niveles. Es evidente que la superstición religiosa idiotiza las neuronas de las sociedades y de los individuos. Y es que la presión coercitiva y el adoctrinamiento, religioso o de cualquier tipo (“lavado de cerebro” en términos coloquiales), no actúan directamente sobre la mente racional (eso viene después), sino sobre la emocional y la afectiva. Nadie duda, por ejemplo, que los terroristas religiosos que se autoinmolan después de asesinar a cientos de personas sean personas mínimamente inteligentes; sin embargo, por el proceso coercitivo de manipulación que han padecido, son capaces de creer a pies juntillas que cuando mueran irán a un paraíso con siete mujeres por cabeza. Lo mismo que el ministro del Interior cree a pies juntillas que existe un tal Marcelo, su ángel de la guarda, que vela por él y hasta le facilita las tareas cotidianas más prosaicas, como encontrar aparcamiento. Se le tenía que haber cedido a Rajoy por unos días, por cierto. Se trata, en esencia, de la mente mágica, supersticiosa, absurda, fanática e irracional que crean en sus adeptos las religiones.
Ahora bien, el señor ministro, como cualquier ser humano, puede creer en Marcelo, en los querubines alados, en los unicornios voladores o en el monstruo del lago Ness. La libertad de conciencia es un derecho básico de todas las personas, sin excepción (que tomen buena nota los creyentes en mitologías). El problema es la injerencia de esas creencias en los asuntos de todos, en el Estado. Ése es el problema. Y también lo es que el Estado español le siga regalando en el siglo XXI anualmente a la Iglesia del tal Marcelo una cantidad de dinero desorbitada, exactamente 11.000.000.000 de euros sólo de los PGE, cantidad que debería ir destinada a atender las necesidades básicas de los ciudadanos más desprotegidos, como la sanidad, la educación, la atención a la tercera edad y a los dependientes, o los servicios sociales más elementales. Porque yo voy por la calle y veo a mucha gente tirada en el suelo.
En cualquier caso, el peligro radica en que, como decía Voltaire, quienes pueden hacer que creas absurdos pueden hacer que cometas atrocidades. Hace poco lo hemos visto en Paris; y lo sufrimos con el atentado de Atocha. Y la humanidad entera lo lleva padeciendo a lo largo de su historia. Y, sin embargo, en plena época electoral, muy pocos candidatos hablan en sus debates y en sus programas de algo tan importante como la separación Iglesias y Estado. Poco nos puede extrañar, por tanto, tener ministros que condecoran a las vírgenes por mérito policial, o que inauguran cuarteles con obispos, o que solucionan la crisis rezando a la virgen, o que hablan con duendes y elfos.
Coral Bravo es Doctora en Filología
Ver todos los artículos de Coral Bravo.
viernes, 18 de diciembre de 2015
SIN LAICIDAD NO HABRA DEMOCRACIA NI PROGRESO
Sin laicidad no habrá democracia ni progreso
Por: Antonio Martínez Lara · · 18 diciembre, 2015
La historia de la humanidad,
y muy en particular la de España, ha venido muy condicionada por la
guerra santa, cruzada, persecución de herejes o cismas llegan a nuestros
días. Se impone la confusión entre fanatismo y poder para que
prevalezcan los de cada bando como los únicos verdaderos.
Desde la noche de los tiempos, se dió la cooperación entre el brujo y
el jefe de la tribu. Este acuerdo, y autojustificación para el
proselistismo, voluntario o a sangre, se siguió manteniendo en el mundo
de las tres religiones del libro. De una u otra manera permanece la
confusión entre el altar y el trono, entre el pecado y el cumplimiento o
no de la ley, entre el conocimiento o la superstición,.. Disensiones
que han venido retardando el humanismo. Éste se retoma
en el renacimiento, se reformula con el siglo de las luces, para llegar a
su versión intercultural y universal en los Derechos Humanos. Ahora ya, sólo nos falta que éstos se cumplan.
Con la iglesia hemos topado seguiría diciendo hoy Cervantes ante el cínico ropaje del reciente Defendiendo Libertades: Crisitianos ante las urnas. Ese
es el mensaje que Gil Tamayo, portavoz de los obispos, comparte con los
directores de ABC, La Razón,y los más integristas diputados o ex de PP o
Unió, y directivos de colectivos pro-vida y familia tradicional para despotricar contra la ideología de género. Aunque hablan de libertades, rezuman el franquismo que sigue beatificando a sus “mártires de la Cruzada del 36”.
La secularización creciente,
apenas se sostiene con romerías y procesiones, o por el control que la
jerarquía inflige sobre la moral sexual (aborto, divorcio,
homosexualidad,..). En este terreno el clero encuentra la connivencia de
poderosos grupos integristas (Opus Dei, Legionarios, Kikos,..)que hacen
valer su influencia en la enseñanza, medios de comunicación , en el
gobierno, parlamento y judicatura. Así la libertad de conciencia avanza poco para orientar la reponsabilidad ciudadana.
El terrorismo islámico
es otro ejemplo de confusión. Según se mire, éste puede ser la salida
del fanastismo religioso, o la instrumentalización del mismo que, por
parte de occidente, se arbitra para el dominio de riquezas petrolíferas
y/o la creación del enemigo necesario. Una vez que
éste,el terrorismo, es una realidad, permitiría el control de la
ciudadanía mundial. Ésta, asustada acepta leyes mordaza o guerras
dramáticas e inútiles como las de Irak o Afganistán, así como la siembra
de los Ben Laden o S. Husseim en beneficio de occidente, para el
integrismos terrorista que ahora se dice exterminar.
Gil Tamayo un día identifica
el laicismo como peligro similar al terrorismo islámico. Otro patea el
diccionario y la verdad con frases así:“Se está tratando de imponernos un laicismo que es, en el fondo, una confesionalidad atea o laica”. Aportemos el rigor que el clero omite y rechaza.
El Laicismo, como requisito imprescindible para la democracia, parte del respeto de tod@s a la conciencia o creencias, religiosas o no, de todas y cada una de las demás personas, siempre que de tales creencias no se deriven incitaciones o daños para el resto. Eso
significa la radical separación de lo público (lo común) de lo privado
(creencias personales o colectivas). Una sociedad será laica y por tanto democrática cuando:* la educación no adoctrine con dogmas y fomente proselitismo desde la infancia, *En política donde los cargos públicos actúen como representantes de la ciudadanía y no como feligreses de algún credo. *En sanidad respete la voluntad de la persona enferma válidamente expresada. *Con la mujer en sus decisiones sobre sexualidad y procreación. *En orientación sexual para superar la discriminación social de épocas no democráticas. *En la ciencia-investigación-conocimiento no perduren el dogma (creacionismo), la superstición o persecución (censura Galileo, o muerte Servet).
¡Ah! El laicismo es aconfesional para ateos y creyentes.
NAVIDADDES, MAGOS Y ANIMALES
De tiempos inmemoriales, Navidades, Magos y animales
Documento con fecha
martes, 07 de enero de 2014.
Publicado el
martes, 07 de enero de 2014.
Autor: Nazanín Armanian.Fuente: Público.
Autor: Nazanín Armanian.Fuente: Público.
Primer escenario: Nacen algunos dioses
No se sabe si fue antes o después del Big Bang cuando la diosa Zarvan
(Tiempo, en persa) empezó a soñar en tener descendencia. Durante mil
años ofreció sacrificios a las deidades superiores, inconsciente de que
ya estaba gestando en su vientre a Ahura. Dudó del poder de aquellas
fuerzas en satisfacer su deseo, y éstas no se lo perdonaron: implantaron
en sus entrañas la semilla de Ahriman, quien sería el Amo de las
Tinieblas, del Frío, de la Ignorancia y de la Maldad. Luego unieron su
existencia a la de su gemelo Ahura, la divinidad de la Luz, del calor,
la Inteligencia y la Bondad.
Así, nacieron el dios y su antagónico, el demonio (ambos asexuados),
acompañados cada uno por doce ángeles, seis del sexo femenino y seis del
masculino (como A.mordad «Inmortalidad» y su contraria Mordad,
«Muerte») que les ayudarían en cumplir con su misión: hacer feliz a los
seres humanos o conducirles hacia el infierno de la desgracia.
Con el tiempo, Ahura fue identificado con Mithre, El Sol, que cada año
en la noche más larga, el primer día del primer mes del invierno,
bautizado «Dei» (de ahí el término deidad), o sea, el 21
de diciembre, vencía a la Oscuridad con la ayuda de un mar de antorchas y
velas encendidas por las criaturas humanas que así ahuyentaban a
Ahriman, dando la bienvenida a la reina del Cielo. Esta fiesta de origen
agrícola que en la lengua arameo siríaco se llama Yalda «Nacimiento»,
aun hoy se celebra en Irán y los antiguos dominios del imperio persa de
Asia Central.
La magia y la coherencia de este mito hicieron que en el siglo III, el
emperador Aureliano estableciera el 25 de diciembre el festival de Dies
Solis Invicti, y el Mitraismo como la religión oficial del imperio. Fue
por la habilidad de los líderes cristianos que se paralizó su avance:
pues adoptaron buena parte de los conceptos y liturgias de aquella fe:
así Jesús se pareció a Ahura, los curas se hicieron llamar padre,
coronaron la cabeza de sus obispos con el tocado Mitra, se celebró
bautizo y oblación del pan redondo como el cuerpo del sol, y se tomó
nota del mito de la concepción virginal de Sushians, El Salvador
mítrico, que aparecerá algún día nacido de una doncella virgen para
poner paz en el mundo.
Luego, con el fin de mostrar que su credo es bien recibido por aquella
religión popular, contaron que un 6 de enero tres Mogs (de la casta
sacerdotal mitraísta, con supuestos poderes sobrenaturales mágicos) de Oriente, cuyos nombres suenan a los de soberanos míticos medo-persas, Manucher, Garshasp y Bastavarai, habían ido a dar la
bienvenida al Niño Jesús. Relato inexistente en la historia mítica y
real de Persia, además de inverosímil, teniendo en cuenta que estos
sacerdotes persiguieron duramente a otros rivales como los fieles del
profeta Mani (Irán, s.II). Bueno, con la misma dureza que la iglesia
católica hostigó a los cátaros, los devotos occidentales de aquel líder
religioso.
Hoy, poco o nada queda de espiritualidad en las instituciones
religiosas, dirigidas por expertos en explotar los miedos de un ser
humano débil y vulnerable ante las fuerzas despiadadas de la naturaleza y
del mercado neoliberal. Los mercaderes de la fe siguen
vendiendo humo o parcelas del Cielo, alquilan monasterios y abadías
(término persa, “oasis”), que antaño eran refugios gratuitos de
los errantes, místicos y los disidentes anti sistema, como si fueran
hoteles; sus compinches políticos, a la vez que juran sobre la Biblia su
cargo, se ríen del Jesús de la “no violencia”, trafican con armas,
matan bajo los bombardeos a miles de inocentes, y aun así, y sin
ruborizarse, defienden el “derecho a la vida” no los no nacidos.
Segundo escenario: Navidad en Oriente Próximo
Aquí, pocas celebraciones, y no porque Arabia Saudí haya declarado la
guerra a quien las haga, sino por las guerras y las persecuciones
religiosas que no cesan. Oriente Próximo se vacía de los cerca de 20
millones de sus cristianos, y eso a pesar de la milenaria convivencia
pacífica entre ellos y una mayoría musulmana, que puede encontrar en su
Corán unas 25 veces el nombre de Isa (Jesús), y siempre con alabanza y
respeto. De hecho, Isa es un nombre para varones musulmanes, como el
destacado periodista iraní, Isa Saharkhiz.
Son simple terroristas quienes en la Nochebuena hicieron estallar dos
bombas cerca de una iglesia abarrotada de Bagdad, dejando 35 muertos.
También matan a chiitas, sunitas y ateos.
El actual calvario que sufren los cristianos y otras minorías
religiosas en esta región, tiene dos principales puntos de partida:
- El fomento del integrismo islámico y cristiano (con la colaboración del Papa polaco Juan Pablo II) por parte de EEUU en la década de los 80 para luchar contra la URSS y las fuerzas progresistas de la zona (ver: El Vaticano contra EEUU); y
- La agresión dirigida por EEUU a Irak en 1991, tras el colapso de la URSS. El rediseño del mapa político y geográfico de la región por parte de Occidente implicaba el fin de la relativa estabilidad de los gobiernos semi laicos, y mantener un estado de guerra permanente.
Del millón y medio de cristianos iraquíes del censo de 1987, solo
quedan un tercio. Decenas de iglesias centenarias han sido derruidas,
cinco en el agosto 2004 por la aviación americana, y al menos 14 por los
grupos terroristas de distintos perfiles. Años atrás y bajo la
dictadura de Saddam Husein, las minorías religiosas gozaban de libertad
de culto, eran tratadas como la mayoría musulmana, y podían ocupar altos
cargos, como Tariq Aziz, cristiano, que fue ministro de exteriores y
hoy enfermo y anciano espera la muerte en una prisión del país.
Pasa lo mismo en Siria, otro país cuyo Estado ha sido
desmantelado, según lo previsto por el Pentágono, como revela wikileaks
que cita el mensaje del 13 de diciembre de 2006 del vicecanciller de
EEUU William Burns, quien detalla la estrategia y las actuaciones
encubiertas de su país para debilitar y derrocar a Bashar al-Assad. En
esta tierra de los primeros cristianos del mundo, los seguidores de
Jesús si por un lado son parte de las víctimas de los bombardeos del
régimen y atentados de los rebeldes como el resto de la población, por
otro son objetivos de los grupos terroristas fanáticos, financiados por
la alianza compuesta por Francia- EEUU-Arabia Saudí-Qatar. Miles han
tenido que huir de sus hogares, y sus milenarias iglesias han sido
destruidas, saqueadas, y sus reliquias robadas. Siguen en manos de los
secuestradores los dos obispos Boulos Yazigi y Yuhanna Ibrahim, cuyas
vidas valen, al menos, un millón de euros.
Tercer escenario: Navidad y los animales
La actividad de los mataderos durante estos días ha sido frenética.
Tenían que acabar con la vida de cientos de millones de animales,
apresados en el mar, aire y tierra, para enviar sus cuerpos a los
banquetes navideños (¡Nada que ver con la mesa de la última Cena!),
después de pasar un calvario en los campos de concentración, en los
corredores de la muerte y en los propios mataderos, sin duda uno de los
lugares más terroríficos que existe en nuestro planeta, ocultados
conscientemente del ojo público.
Para los creyentes de las religiones semíticas (judaísmo, cristianismo y
el Islam) la vida de un animal y un ser humano debería tener el mismo
valor. Así se percibe en la Génesis 22:7, cuando narra que Dios al ver
que Abraham, el patriarca de los tres credos, realmente estaba dispuesto
a degollar a su hijo Issac y quemarlo en la hoguera —solo por complacer
al Dios— (hoy, estaría en la prisión por fanatismo, intento de
asesinato con premeditación, con agravante de parentesco), éste le envió
un pobre cordero para que fuese sacrificado en lugar de Issac. De allí
la fiesta del “Sacrificio” de los musulmanes, en la que matan a millones
de inocentes ovejas, actuando en contra de la compasión con los
animales que se predica en sus sociedades. Cierto, los propios textos
sagrados están llenos de contradicciones: “Misericordia quiero y no
sacrificio, no condenaríais a los inocentes” (Mateo,12:7) aparece junto a
la apología del especiamos, afirmando que todas las seres vivos están
al servicio de la especie humana, para describir páginas después el
estado de un paraíso en cuyos manjares prometidos, no hay carne.
Si Jesús pertenecía a la secta mística de los esenios, era vegetariano, de cuerpo y alma limpios de crueldad,
al igual que los cátaros, seguidores de Mani, que practicaban la
compasión con los animales y se abstenían de matar y comérselos. Lo
mismo que hacen otras fes como el janismo, el zoroastrismo, el budismo y
el sufismo del Islam. Los judíos que se abstienen de comer carne, lo
hacen por coherencia religiosa: la carne nunca podrá ser kosher,
“correcta, pura”, ya que es casi imposible eliminar la sangre
completamente de los vasos más pequeños.
En EEUU, un año más, se repitió el espectáculo macabro en la Casa
Blanca en el que el presidente del turno debe indultar o enviarlo a la
cinta eléctrica a un pavo aturdido y aterrorizado. 22 millones de estas
hermosas aves son matadas, víctimas de la gula, crueldad y decadencia
moral del ser humano. En este país, durante las Navidades se masacra a
unos 4 millones de zorros y visones para abrigos de pieles, a 4
millones de cerdos y corderos, y buena parte de los 6 mil millones de
pollos que se comen al año. En dos semanas se arrancaron 33 millones de
árboles, destruyendo ecosistemas, llenando los vertederos, y arrastrando
la ética e inteligencia humana por los suelos (Ver: Los lunes sin carne. PACMA ).
Y no se preocupen. La dieta vegetariana no disminuye la inteligencia:
Albert Einstein, Miguel Ángel, Jean-Jacques Rousseau, fueron grandes
defensores de los animales y del vegetarianismo.
Quizás los mataderos deberían estar en los mercados y restaurantes con
paredes de cristal para que la gente pudiera mirar a los ojos de
aquellos hermanos condenados a muerte, y tener la oportunidad de poner a
prueba su conciencia.
DESMONTANDO LA NAVIDAD
Desmontando la navidad
Por: Carmen Moreno · · 18 diciembre, 2015
Que la
Iglesia Católica se ha montado sobre las ruinas de anteriores
religiones, ya lo sabemos todos, en realidad eso lo han hecho todas,
desde las primeras Diosas del Paleolitico, cada civilización ha ido
creando sus propios dioses e imponiéndolos a los anteriores.
Toda su base, personajes, celebraciones,
sus mitos y ritos han sido una adaptación de personajes, mitos,
celebraciones herededadas de miles y miles de años antes de su historia.
Llogari Pujol un teólogo especialista en
textos biblícos dice que perdió la fe cuando descubrió que los famosos
evangelistas construyeron la vida de Jesús, utilizando textos egipcios.
“Los Evangelios fueron compuestos por
eruditos sacerdotes judeo-egipcios del templo de Serapio en Sakkara
(Egipto) tradujeron palabra por palabra textos egipcios”
Según él la oración del “Padre Nuestro…”
se encuentra en un texto egipcio del año 1.000 de la era común, o sea,
1.000 años antes del año en que empezamos a contar nuestra fecha en el
calendario.
Según Xavier Musquera en su estudio “El
triunfo del Paganismo” en la Navidad tenemos otro ejemplo de copia,
reconversión, o transformación, como se le quiera llamar.
Al contrario de lo que nos contaban de niños, pagano no
es aquella persona que muere en pecado por estar lejos de la verdadera
fe, que según quién te hablara podía ser la musulmana judía o cristiana,
no, nada más lejos de la realidad.
El término pagano viene del latín
(paganus) y quiere decir habitante del campo. Los paganos eran los
campesinos que seguían sus antiguos cultos, a sus dioses, tenían sus
mitos y por lo tanto sus ritos.
Uno de los ritos de los primeros
agricultores del Neolitico era la celebración de fiestas cuando llegaba
el Solsticio de Invierno o sea, el día con la noche más larga del año,
para conmemorar el triunfo del Sol sobre las tinieblas pues a partir de
ahí los días se van alargando hasta llegar al Solsticio de Verano o sea,
la noche más corta.
La oscuridad del invierno la alegraban
con hogueras, antorchas, comida y bebida que era compartida entre todos y
cantaban al Sol Invicto y celebraban su Natividad, así como celebraban
las fiestas de las semillas que iban a sembrar, del vino y todo
relacionado con el ciclo de la Naturaleza.
Este Sol Invicto fue despues sustituido
por diferentes dioses como Mitra uno de los más respetado por los
romanos sobre todo por los soldados, que lo habían importado de Persia, y
decían había nacido en esas mismas fechas.
Con el auge del Cristianismo estas
celebraciones fueron cristianizadas, usando la fecha del 24 de Diciembre
para el nacimiento de su Dios, y la figura del niño Dios heredada de
los egipcios (Horus) se convirtió en Jesús, el Sol que surgía de las
tinieblas, oficialmente a finales del S.IV, llenando así el vacío que
tenían en los Evangelios, donde en ninguna parte se mencionaba la fecha
de su nacimiento.
Y así llegamos a 2015 y adornamos las
calles y las casas con luces que han sustituido a las hogueras, y no
sacamos lo que tenemos y lo compartimos, sino que compramos comida y
bebida para que nos sobre, y regalos para toda la familia y amigos, y
hemos olvidado en la noche de los tiempos, nuestros comienzos, la
importancia de las semillas, del Sol, de la Naturaleza que en definitiva
es por lo que empezó todo. La Iglesia y los grandes almacenes se han
encargado de ello.
FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO
I
jueves, 17 de diciembre de 2015
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